“Cuando sentimos enojo o miedo, nos lo queremos sacar rápido de encima y hacemos cualquier cosa para que se vaya ¿Por qué no mejor le sacamos la valoración negativa a esas emociones y nos preguntamos che, qué me trae todo esto? También podemos agradecerlo, incluso cuando es difícil, porque que esto esté saliendo a la superficie significa que hay un nuevo nivel de seguridad alcanzado que permite que estas emociones afloren. Estas son las pequeñas victorias que no solemos considerar como victorias.”
-Nico Marcuzzi de Human and Cosmic
Tiempo estimado de lectura: 11 minutos
10 de octubre de 2023
Estoy rara. Hace varias noches que cuando me voy a dormir tengo la sensación de querer achicarme y esconderme abajo de una mesa. Me acurruco entre las sábanas y me hago tan chiquita que se me tensiona el cuello por plegarme sobre mí misma. Es una sensación a la que hoy le puse nombre: se llama miedo.
El miedo es total. Lo siento en el pecho y es como si toda mi espalda necesitara encorvarse para protegerme. Se siente como si en el aire volaran balas por doquier y yo intentara empequeñecerme tanto hasta desaparecer para lograr que ninguna me lastime. Cierro los ojos con fuerza. Ojalá dormirme rápido para que se me pase. Basta con abrir los ojos para ver que no hay balas alrededor, pero eso no me tranquiliza ¿Qué hago con esta incomodidad?
12 de octubre de 2023
Hay cosas que no digo hasta que no las tengo medianamente resueltas. En general, cuando me estoy sintiendo de una forma que no me quiero sentir, me lo guardo. Supongo que será para ver si callándolo y no dándole bola, algún día decidirá irse solo, o porque muchas veces decir las cosas en voz alta hace que se vuelvan más reales. Sea cual sea el motivo, algo me dice que esa estrategia no me está funcionando, así que voy a probar hacer las cosas de una manera distinta. Esta vez, el proceso que estoy viviendo no voy a guardármelo solo para mí. Hoy vengo a compartirles los miedos que pensé que estaban de visita, pero que, al parecer, pagaron el alquiler para quedarse un buen rato.
La cuestión es que me dio miedo publicar el podcast que les conté hace unas semanas que estaba empezando a hacer. Es un miedo que necesito poner en palabras porque cuando lo nombro parece estúpido, pero si me lo guardo en mi cabeza parece gigante. Para que tengan un poco de contexto, el podcast se basa en conversaciones con diferentes amigas sobre temas amplios, la premisa es 1 tema 1 invitado. Por ahora tengo dos episodios grabados en los que hablamos de la soltería, la adolescencia, en los próximos quiero hablar del teatro, de hacer amigos en la facultad. Me divertí mucho haciéndolos, de verdad, y mientras los hacía no estaba preocupada por qué decir o por quedar bien o por caer bien ni nada de eso. Fui, me solté y charlé con mis amigas. Quizá fue el tránsito de Venus en Leo que hizo que en ese momento yo estuviera mucho más deshinibida y la idea de publicarlos solo me generara entusiasmo. Ahora ya no sé donde está Venus, pero yo quiero correr a esconderme a hacerme una bolita abajo de una mesa. Hace unas semanas, mi mood era ¡¡¡quiero que me vean!!! Y ahora estoy ¡¡¡¡noooo, me van a ver!!!!
Voy a intentar ponerle nombre a cada uno de los miedos que se me están apareciendo:
Miedo a ya no tener control
Cuando publicás algo, ya deja de ser de uno, ya sea un libro, un video o cualquier creación. Los demás pueden hacer, deshacer, pensar y opinar lo que quieran. Como si eso fuera poco, la mayoría de las veces ni siquiera te enterás qué le pareció realmente a las personas que lo consumieron. Pienso que entonces tiene sentido que yo me haya sentido cómoda en la preparación o en la etapa de “preproducción”, por así decirlo, porque era cuando yo todavía podía tener el control. Podía sacar partes, recortar de allá, cambiar acá, pero cuando llegó el la fecha límite que yo misma me puse para publicarlos, me paralicé, porque lo que seguía yo ya no lo iba a poder controlar.
Miedo a hacer algo que no sea lo suficientemente “bueno"
Mi psicóloga me dice que catalogando las cosas como buenas y malas me estoy limitando porque eso es algo muy subjetivo. Bueno, sí, ya sé, pero ustedes entienden a lo que voy ¿no? ¿Y si al final le pongo esfuerzo a algo que no vale la pena? Y si después de publicar varios episodios pienso “uf tanto esfuerzo para esto?”. Este miedo se linkea bastante con el miedo a fallar… ¿De dónde sale esa exigencia de que cuando hacemos algo nuevo nos tiene que salir bien de entrada porque sino lo abandonamos?
Ahora voy a tratar de argumentar en contra de esos miedos en una especie de consuelo a mi misma:
Me surgen dudas de hacerlo porque nadie me está obligando
De repente, un día caí en que podía no publicarlos y no iba a pasar nada, pero ahí está el tema. La posibilidad de que pase algo recién llega con ese después. Donde realmente pueden pasar cosas es después del botón de publicar. Esto lo hice desde un principio para mostrarlo y si me lo quedo para mí es como si esa rueda no terminara de cerrarse, le faltaría una parte que es la escucha de los demás, sin importar cuántos oídos sean.
Seguramente no lo haga tan bien, sobre todo las primeras veces
Seguro los primeros episodios tengan mil cosas para mejorar. Gracias a que los suba y alguien los escuche y me haga sugerencias es que voy a poder ir mejorándolos. Entiendo mi razonamiento que sale desde la inseguridad: puertas para adentro, no hay críticas, no hay fallas. Pero puertas para adentro, tampoco hay crecimiento. No creo que nadie más que yo pretenda que todo me salga re bien. Es obvio que no vamos a decir genialidades, somos chicas de 21 años contando nuestras experiencias.
El podcast no soy yo
En un principio, el objetivo con el que lo había pensado era para que me conocieran mejor a mí y a los invitados. Eso es demasiada presión. Pensar que ese proyecto define mi ser claramente va a hacer que si el día de mañana alguien me hiciera una crítica yo me lo tomaría personal, o que si a alguien no le gustara un episodio yo interpretaría que entonces no le gusta cómo soy. En realidad, solo son cosas que dije un día, sobre un tema, con una persona en un momento particular. Tranquilamente puedo haber cambiado de opinión a la semana siguiente. Entender esto me trajo mucho alivio. No quiero validarme a través de ese proyecto, es una carga muy grande. Solo quiero hacerlo por el simple hecho de que me surgieron las ganas y tengo los medios para poder llevarlo adelante.
16 de octubre de 2023
Sé que todo esto no lo siento únicamente por el hecho de lanzar el podcast, porque no es solo eso lo que va a pasar. Mi idea es crear una cuenta en Instagram donde pueda difundir el podcast, pero también empezar a difundir este newsletter que tan escondido lo tengo desde que salió. Algunos se acordarán que al principio ni siquiera tenía mi nombre o una foto mía. Nunca se lo compartí a nadie que no fueran mis amigas o suscriptores que llegaron por Substack. Ni mi familia ni ningún otro conocido leyeron estas columnas y creo ya estar lo suficientemente cómoda como para expandir este espacio y compartirlo en otra red social. Hasta también pensé en publicar en Tiktok. Todo eso implica abrirle la puerta a las redes, empezar a exponer lo que hago.
No sé de qué forma elegirán ustedes habitar las redes, de hecho, me gustaría que me lo compartan (voy a dejar un google forms abajo, anónimo, por si quieren contarme ahí). En mi caso, opté por lo que se empezó a usar hace un tiempo que es la postura “misteriosa”. Consiste en subir poco, mostrar poco, que no se entienda del todo dónde estás, con quiénes estás o qué estás haciendo. Es algo que ganó popularidad en los últimos años, después de que pasara de moda subir mil historias. Ahora, es como si eso hubiese quedado permitido solo a los influencers. Lo escribo y ya suena raro porque no lo hacemos de forma tan consciente, ¿pero ustedes no sienten también que es así? Esta postura reservada me queda muy cómoda porque no me arriesgo a que me vean tanto y no me hace sentir observada ni juzgada. Muestro lo suficiente como para existir en Instagram, pero no tanto como para que me conozcas. Eso ahora es un problema porque pasa a ser incompatible con los proyectos que estoy creando. Desde este newsletter en Substack y el podcast en Spotify, son lugares donde quiero alejarme de “hacerme la misteriosa” y justamente acerarme a las personas.
Creo que lo más lindo que deben tener las redes sociales es que uno puede sentirse cercano, identificado y hasta encariñarse con la gente de la que consumís contenido que te gusta. Ya sea con Pablo Agustín que miro todos sus videos hace años y sin conocerlo ya siento que lo quiero, hasta con Juana que hace meses que llevo al día la lectura de su newsletter y ya la siento como una linda compañía. Ambos hoy forman parte de mi rutina, pero eso pudo generarse porque hubo personas del otro lado que se animaron a mostrarse. Entonces, empiezo a entrar en una contradicción de querer resguardarme para que nadie opine sobre mí y, a la vez, querer crear espacios donde mostrarme se sienta seguro. Ahí aparecen los miedos. Todo esto implica empezar a comportarme de una forma distinta a lo que estoy acostumbrada en redes y hacer algo nuevo siempre se siente amenazante. Opté por resguardarme en ustedes, compartirles lo que me pasa para no saberlo solo yo. Sé que desde el momento en el que publique esta columna voy a sentirme más acompañada. También decidí que voy a seguir adelante, pero como dijo Nico, voy a hacerlo con los miedos agarrados de la mano.
Creo que si esto me incomoda tanto, si me está empujando a crecer, si ni salió y ya me hizo darle lugar a partes mías con miedos e inseguridades que hasta ahora no sabía que tenía, entonces debe ser por acá. Entonces, dudo que se trate tanto de lo que van a pensar o de qué tan bien saldrá sino de todo lo que parece tener para enseñarme esta experiencia nueva.
En el curso de sistema nervioso que vengo haciendo siempre dicen que no de trata de salir de tu zona de confort sino de expandir esa zona de confort. Seguramente, este proyecto me traiga la oportunidad de poco a poco empezar a sentirme cómoda en lugares que hoy me generan ansiedad. Y si se trata de conocerme y de crecer, el error tendrá que ser bienvenido. Tendré que acostumbrarme a que hayan episodios que no me gusten tanto porque solo así voy a poder encontrar cómo hacerlos de una forma que me gusten más.
Al final, creo que la única manera de realmente existir en el mundo es equivocándote.
18 de octubre de 2023
Me animé. Hoy lancé un trailer en Spotify con una presentación contando sobre mí, sobre este newsletter y sobre el podcast. También abrí la cuenta de Instagram. Básicamente, hice eso que tanto miedo me daba y la recompensa fue tan gratificante que hizo que valiera la pena. La única manera de poder conectar con gente es siendo nosotros y eso es difícil y da miedo, pero todo este tiempo en el que estuve navegando entre inseguridades me olvidé de que la mirada externa también incluye mucho apoyo y compañía. Compañía que no sabía cuánto necesitaba hasta que recibí mensajes con palabras lindas de gente cercena e incluso no tan cercana. Me siento como si fuera mi cumpleaños la verdad. Ahora me siento invencible!!!!
Te invito a escuchar la presentación del podcast acá:
El primer episodio va a salir el próximo lunes 23/10
También podes sumarte a la cuenta de Instagram y ver los bellos logos nuevos en tamaño grande: https://www.instagram.com/siendoyo__
Cosas que me acompañaron mientras sentía estos miedos
Una anécdota:
Estabamos en un local de chucherías en Palermo con mi amiga Berni. Un rato antes veníamos caminando por la calle mientras yo le contaba las inseguridades que me empezaron a surgir con el podcast. Adentro del local, llegamos a un estante lleno de perfumes hechos de aceites esenciales que ayudaban para diferentes cosas. Quise llevarme uno, pero cuando tuve que elegir cuál de todos me puse indecisa. Empecé a leer las etiquetas: calma, confianza, motivación, descanso. “BERNI QUÉ HAGO NECESITO TODOSSS!!!!” Ella me contestó muy firme y me dijo “Llevate el de confianza así te animás a publicar el podcast de una vez”.
Un newsletter:
Un podcast:
A mí lo que más me sirve es decir las cosas en voz alta, contarlas, escribirlas, que alguien más lo sepa. Así que si querés compartirme tu miedo, tu forma de estar en las redes sociales, o lo que sientas, acá siempre vas tener un espacio disponible:
Google forms anónimo: https://forms.gle/PdP65KRisnf5mChu7
Gracias por un lugar seguro para mí.
Los quiero.
Vengo a tirarte flores porque me acuerdo tu miedo cuando hablamos en el primero encuentro de Equipo Newsletter, y te re felicito por lanzar esa intro! Tu voz me da mucha paz, sabelo ♥.